
Alcaldes de la CDMX presumen seguridad; jefe de gobierno dice que es propaganda
Alcaldías gobernadas por partidos opositores a Morena llegan a gastar anualmente hasta 300 millones de pesos en contratación de policías auxiliares para sus estrategias de seguridad.
La Ciudad de México es la única entidad del país cuya responsabilidad en seguridad pública recae en el gobierno local a través del mando único, por tanto, la Secretaría de Seguridad Ciudadana es el organismo facultado para investigar, atender y perseguir los delitos que se generan en las 16 demarcaciones.
Para el diputado morenista Nazario Norberto Sánchez, presidente de la comisión de Seguridad Ciudadana del Congreso de la Ciudad de México, las estrategias de seguridad de las alcaldías denominadas “Blindar” o “Escudo” si bien, buscan generar una mayor atención a los vecinos, la percepción que se genera es de división en materia de seguridad es de duplicidad de facultades entre los policías auxiliares y la policía capitalina.
“De lo que se trata es de sumarse, no de aislarse, en la Secretaría de Seguridad Ciudadana hay casi 100,000 policías, no porque sea azul, amarillo o verde, voy a aislarme de un mando único de la Ciudad de México, lo que quiere la ciudadanía es seguridad, no discursos”, afirmó.
En rueda de prensa, el jefe de gobierno Martí Batres consideró que algunos alcaldes de oposición han utilizado la encuesta sobre seguridad del INEGI para asegurar que gracias a su estrategia local, los números en delitos han disminuido, cuando la facultad exclusiva en el combate a delitos de alto y bajo impacto es de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y de la Fiscalía capitalina
“¿Quién puede investigar? ¿Quién puede perseguir? ¿Quién puede realizar cateos? ¿Quién puede hacer operaciones especiales? pues la Secretaría de Seguridad CIudadana y la Fiscalía, si han bajado los índices delictivos en las alcaldías gobernadas por la oposición, no es por programas de propaganda, sino por los órganos centrales”, expresó.
El mandatario capitalino dijo que no se puede generar un organismo autónomo de seguridad en las alcaldías, ya que estas dependen de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, por tanto consideró que cualquier buscar incidir en la opinión pública sobre la afectividad de un programa de seguridad, serían actos de propaganda.