
Cumple su segundo aniversario la Constitución de la CDMX
El pasado 5 de febrero, la Constitución de la Ciudad de México cumplió su segundo aniversario. En la jefatura de gobierno y el primer congreso capitalino se congregaron constituyentes, autoridades y quienes la hicieron posible.
Se dice fácil, pero basta leer el artículo 10 de la Constitución de la Ciudad de México, para notar que los derechos de los trabajadores están garantizados.
Mientras a nivel nacional las empresas terciarias u outosorcings avanzan con el impulso de las grandes cúpulas obreras que se dicen defensoras de los derechos laborales de sus agremiados, la Ciudad de México con su carta magna, se colocó a la vanguardia, pues por el simple hecho que un mexicano de cualquier estado de la república preste sus servicios en la metrópoli sus derechos estás protegidos y garantizado.
En el Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México (SUTGCDMX), los 184 mil afiliados reconocen la valía de las Condiciones Generales de Trabajo con las autoridades capitalinas, que se consolidan con lo plasmado en la constitución en materia laboral.
Los avances alcanzados a este nivel benefician a todos los trabajadores por igual, independientemente del sindicato local al que estén afiliados, sin embargo es importante precisar que quienes aportamos propuestas y participamos en la redacción no nos equivocamos y los resultados poco a poco se verán reflejados a favor de miles de capitalinos que representan la fuerza laboral de la ciudad.
Dos años para nuestra carta magna local es poco tiempo, sin embargo se trabaja desde el congreso capitalino, para armonizar las leyes secundarias en materia laboral con la constitución para que los logros como seguridad social y prestaciones sean una realidad y no los pierdan los miles de trabajadores que prestan sus servicios en la Ciudad de México.
Los constituyentes que aportamos un granito de arena para que la Constitución fuera una realidad, hoy no reciben el reconocimiento que se merecen, sin embargo “estamos conscientes” de que nuestras aportaciones fueron con miras a que la clase trabajadora no perdiera salarios ni prestaciones sociales y se logró y es a final de cuentas lo que importa.
El tiempo pondrá a cada quien en su lugar. Cuando la Constitución se aplique en toda su capacidad en la Ciudad de México y los trabajadores capitalinos se den cuenta de que no perdieron ninguna prestación social, entonces los constituyentes estaremos satisfechos de que no nos equivocamos y de que siempre apostamos al bienestar de la nuestra gran metrópoli y su gente.